Pandemia del COVID-19 y retos persistentes para la sostenibilidad
La pandemia provocada por el virus del SARS-CoV-2 o comúnmente conocido como COVID-19 ya no es ajena a ningún territorio del mundo, y dos años después seguimos lidiando contra sus efectos. Los primeros casos se registraron en la ciudad china de Wuhan a finales del año 2019, y hasta el momento han cobrado un total de 5,36 millones de vidas en todo el planeta1. La alta transmisibilidad del virus ha promovido la adopción de medidas de tipo sanitario (como la utilización de mascarillas faciales, lavado constante de manos, distanciamiento social), restricción en la movilidad, cierre temporal de negocios o implementación de aforos, las mismas que han dejado muy notables consecuencias en los ámbitos económico, social y ambiental2.
A comienzos del 2020, los estrictos confinamientos, limitaciones al turismo, el teletrabajo entre otras medidas, permitieron una notable reducción en emisiones de CO2 especialmente por la poca utilización de transporte impulsado por combustibles fósiles. Esto dio lugar a que vida marina retornara a sitios como los canales de Venecia, que no habían visto peces en sus calles acuáticas desde hace décadas o vida salvaje recuperando las ciudades ante la ausencia humana, y de igual manera, los cielos se tornaban más limpios en las urbes3. Sin embargo, ¿fue perdurable este cambio?
Debido a la naturaleza contagiosa del COVID-19, se volvió obligatorio el uso de la mascarilla facial, (preferiblemente de tipo quirúrgica y de un solo uso), uso de guantes (al inicio de la pandemia), además que se multiplicó el empleo de insumos médicos y hospitalarios. El consumo de agua junto con el uso de jabón y geles antibacteriales ha abundado para prevenir la propagación de este virus. Los plásticos tampoco han escaseado en esta coyuntura, ya sea para adquirir alimentos empacados a través de servicios de domicilio o pick-up, al ordenar productos a través de plataformas en línea y para el embalaje de mercancías en el comercio internacional. Estos cambios en los hábitos de higiene y consumo de las personas han dado marcha atrás a las iniciativas de reducción de uso de plásticos, utilización responsable de energía, agua y otros recursos4.
El consenso es unánime: los progresos a nivel ambiental alcanzados durante los primeros meses de pandemia como niveles de emisiones de CO2 de 36,64 gigatoneladas de dióxido de carbono (GtCO2) en 2019, seguidos de una abrupta caída a 1,98 GtCO2 en 20205 o “la reducción en el uso de minerales no metálicos, incluidos materiales para la construcción, alcanzó dobles dígitos6”, han sido logros momentáneos y los niveles de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en realidad no sufrieron una significativa reducción visto dentro de un período extenso de tiempo. Adicionalmente, se ha generado una considerable cantidad de desechos plásticos de un solo uso tanto del sector médico como en el comercial y doméstico; los cuales mediante su producción, transporte, uso y desecho y/o tratamiento contribuyen a la generación de más emisiones de GEI7.
¿Cómo podemos enfrentar este escenario? Las lecciones son varias para este tiempo y para el futuro. Desde la perspectiva de la ciencia, podemos pensar en un diseño más eficiente de materiales para insumos médicos y de protección contra el virus del COVID-19, asimismo desarrollar tecnologías que permitan la desinfección de ambientes y materiales reutilizables. Por parte del aspecto político y social, se debería promover el cambio de hábitos de consumo para evitar todavía más la propagación de plásticos y otros materiales de un solo uso, además de implementar requerimientos más estrictos de reutilización de residuos y manejo de desechos en los municipios. A nivel empresarial, el aporte vendría por un cambio de paradigma hacia modelos de negocio basados en la bioeconomía y economía circular. Es necesario que el diseño de productos se repiense desde su concepción, que se evalúe su ciclo de vida y este se prolongue a su máxima capacidad8.
Esperamos que el año 2022 traiga más respuestas y certezas con respecto a la pandemia del coronavirus, y que como humanidad podamos dar soluciones verdes y sostenibles para este y otros retos que vendrán.
1 Our World in Data. 2021. Coronavirus (COVID-19) Deaths. https://ourworldindata.org/covid-deaths?country=~OWID_WRL Acceso: 03.12.2021
2 H. Begum, A. S. A. Ferdous Alam, W. Leal Filho, et al. 2021. The COVID-19 Pandemic: Are There Any Impacts on Sustainability? Sustainability2021,13, 11956. https://doi.org/10.3390/su132111956 p.2. Acceso: 04.12.2021
3 id.
4 European Environment Agency. 2021. Impacts of COVID-19 on single-use plastic in Europe’s environment. https://www.eea.europa.eu/publications/impacts-of-covid-19-on pp.6-10. Acceso: 01.12.2021
5 Programa de la ONU para el Medio Ambiente (UNEP). 2021. La COVID‑19 causó solo una reducción temporal de las emisiones de carbono — nuevo informe de agencias de la ONU. https://www.unep.org/es/noticias-y-reportajes/comunicado-de-prensa/la-covid-19-causo-solo-una-reduccion-temporal-de-las Acceso: 02.12.2021
6 OECD. 2021. The long-term environmental implications of COVID-19. https://www.oecd.org/coronavirus/policy-responses/the-long-term-environmental-implications-of-covid-19-4b7a9937/ p.2. Acceso: 01.12.2021
7 Ibid. Programa de la ONU para el Medio Ambiente (UNEP). 2021
8 Ibid. European Environment Agency. 2021.